Contra el 2.0

Hoy en día parece que si no estás en Facebook, Twitter, Flikr, YouTube, Whatsapp, Linkedin, Foursquare, Diaspora o Google+ no existes. Estás out, cómo en la moda.

Falso. Estar en las redes sociales es un derecho, no una obligación; y no estar no debe implicar ningún tipo de discriminación. Hablo de esto pues, precisamente, es el tema de mi master-tesi: Contra la in-cultura de los social media.

No olvidemos que las redes sociales online son sólo una herramienta. Lo que las convierte en red son sus usuarios. La red es un lugar (virtual) donde compartir, donde hablar y escuchar a partes iguales. Donde personas e instituciones tienen las misma oportunidades. Pero hoy día veo mucha gente a quién éste fundamento básico se le ha olvidado.

En los últimos años han aparecido cientos de cursos que ofrecen la verdad absoluta sobre las redes sociales. Miles de blocs en todo el mundo se han especializado en dar consejos: 10 formas de triunfar en Facebook; 10 formas de conseguir más seguidores en Twitter… Que si Community Manager por aquí; que si Community Manager por allí…

Hay mucha gente que, por el mero hecho de llegar primero, se cree con derecho de apropiarse de las herramientas y hacer con ellas lo que le plazca, obviando del todo a aquellas persona a quién no les interesa estar en ellas. ¿Que pasa? ¿Que quién no está no merece nuestra atención?

A lo mejor las redes sociales no interesan a toda la gente. A lo mejor las aborrecen porque en ellas sólo encuentran geeks que no tienen ni idea de comunicar y que no paran de lanzar mensajes indescifrables con tono «institucional» pidiendo nuestros votos o dinero.  Pienso que en las redes sociales online empiezan a faltar personas.

Sobre las redes sociales, cómo en Literatura, Historia del Arte o Filosofía (algunas de las llamadas ciencias sociales) no hay ciencia cierta; 2 y 2 no siempre son 4. Es más, la mayoría de veces no dan 4. Nadie tiene la clave absoluta del éxito; hay experiencias, hay casos, hay consejos… pero una estrategia que ha funcionado en un caso puede suponer el fracaso para otro.

Hay mucho estratega en esto de los social media. ¿Qué? ¿Diagnóstico, ejecución y evaluación? ¡Menuda novedad! Un plan de marketing de toda la vida con nuevas herramientas. Eso es todo.

¿Por qué al imaginar una red social vemos miles de ciegos seguidores de una marca/empresa/personalidad? Es un error! Una red social son 3 o más personas con intereses en común que se reúnen en un mismo lugar. Nada más.

Voy a relataros lo que para mi es el mayor éxito de aplicación de las redes sociales en un negocio:

Existe una verdulería en Estados Unidos que gestiona los encargos de sus clientes de forma personalizada a través de Twitter y Facebook. La comunidad confía en el consejo de los propietarios de la verdulería quienes coordinan a clientes y proveedores para garantizar el mejor servicio/precio para todos. Por ejemplo, si es temporada de fresas y todos los clientes manifiestan interés por las fresas, la verdulería adquiere mayor capacidad de negociación con los mayoristas.

¿No es genial? Todos ganan; todos escuchan y hablan; todos participan. Esto es una red. No más de 500 personas alrededor de una tienda de verduras.

¿Por qué en lugar de imaginar una macro red con cientos de miles de usuarios anónimos y sin personalidad no imaginamos cientos de miles de micro redes específicas, locales y con usuarios implicados? Ya llegará.

Éste es mi sueño.

Etiquetas: , ,

Deja un comentario